El cine no solamente ha puesto en contacto al hombre con la naturaleza, los paisajes exóticos y el documental de naturaleza, sino que además ha sido, y sigue siendo en ocasiones, militante activo en la lucha por la defensa del medio ambiente. Además, el cine ha sido, desde su nacimiento, el más poderoso vehículo de transmisión de conocimientos y de culturas, aportando a sus espectadores infinitas posibilidades de encuentro con paisajes, naturaleza, lugares y costumbres. El cine de las últimas épocas, expone ya con claridad que se encuentra en juego el futuro del mundo, de nuestros descendientes y de la vida en la Tierra.
La tecnología que hace posible muchos de los avances de la Especie Humana, permite también acceder a lugares de la naturaleza insospechados, se puede entrar en el interior de los seres vivientes más pequeños y explorar el espacio. Los documentales y el cine de ficción utilizan los recursos tecnológicos a su alcance, para mostrar al mundo, tanto la belleza como la degradación de la naturaleza. Las nuevas tecnologías y las redes sociales, YouTube entre otras, disemina por el mundo mensajes de salvación de la Tierra que llegan los confines del mundo y conciencian a los ciudadanos.
Hoy, el cine se ha hecho más consciente, es utilizado como denuncia, se han realizado en los últimos años infinidad de películas que abogan por la defensa directa del medio ambiente.
"Vivir en armonía con uno mismo y con el entorno"
La 27ª película de Akira Kurosawa está basada en el libro Dersu Uzala de Vladimir Arseniev (publicado el 1923), un respetable militar ruso especializado en levantamientos topográficos a comienzos del siglo XX.
Narra la historia de la larga amistad entre el escritor y un cazador de la taiga llamado Dersu Uzala. Durante el transcurso de sus viajes, Dersu va revelando a su amigo los secretos de su pueblo, los Usuri, las vías especiales usadas por los animales, las tradiciones y las creencias de los indígenas de la taiga. Es una historia de vínculos: el que une a Dersu con su entorno y también la fuerte amistad entre Dersu y Arseniev.
El film describe las expediciones de una patrulla de militares rusos a desconocidos rincones de Siberia situados al norte de Corea y al este de Manchuria, para trazar mapas topográficos. Guiados por el ingenioso Dersu, quien conoce la taiga como la palma de su mano, descubren los misterios de la taiga de Usuri. Además Dersu, con su espiritual comprensión del mundo, también les muestra el camino emocional hacia las entrañas de la naturaleza. Para él, el viento, el fuego y el agua son "gente", gente muy poderosa. El cazador siente que en la naturaleza todo es animado y merece un profundo respeto. Los militares se ríen de Dersu porque ve a gente en todas partes y lo ridiculizan, pero su percepción de la realidad es más cuerda que la de todos ellos juntos.
Derzu es un humilde cazador, observador, de espíritu empírico, que vive su vida en plena naturaleza como una experiencia esencialmente emocional. En su cotidiano quehacer de cazador, descubre la felicidad en la vida simple. Dersu representa el equilibrio entre la persona y el entorno, pues él mantiene el cordón umbilical con la naturaleza y siente el verdadero amor por todos los seres y elementos del planeta. Calidad que sin duda motivó al director a llevar a la pantalla a un hombre que vive en armonía consigo mismo y con la naturaleza.
En boca del mismo Kurosawa: “la gente ha olvidado que el hombre es parte de la naturaleza. Acaban con ella ávidos como buitres. Eso hay que gritarlo a los cuatro vientos. Por lo que a mí respecta, lo hago a través de mis filmes”.
Y ciertamente Kurosawa consigue transmitirnos la bondad y la confianza que le inspiró al leer el libro del viajero Arseniev sobre el cazador Dersu Uzala. La interpretación de Maxim Munzuk no podía ser mejor, ya que además de ser el director y actor principal de un teatro de Tuva, también era cazador. Sus movimientos y su manera de ser -ingenuo, interesante y bondadoso- eran casi seguro extraordinariamente parecidos al auténtico Dersu Uzala. Su forma de caminar tan campechana invade de cariño al espectador. La película tiene escenas muy graciosas y simpáticas, como Dersu enfadándose con el fuego porque le increpa con sus chispas, o hablando a gritos con el tigre para ahuyentarlo.
Dersu, que ha perdido la cuenta de su edad, da una lección de sabiduría y entereza a los hombres de la expedición. Sabiduría de quien conoce la naturaleza porque se reconoce parte de ella. Salvó la vida de los miembros del equipo en más de una ocasión, entre ellas hiriendo a un tigre. Este suceso le produce una tristeza infinita, ya que según las creencias de los Ussuri, Canga -el espíritu del bosque- mandará a otro tigre. A partir de este momento la sombra del tigre ya no le dejará jamás y se convierte en una amenaza que le provoca desasosiego. El cazador llega así al inicio de su final.
Dersu Uzala sin su diáfana y certera vista en la Taiga deja de ser cazador para convertirse en presa. Entonces el capitán le suplica que se vaya a vivir con él y su familia en la ciudad. Al final, muy a despecho, Dersu acepta. Pero se siente solo y muerto en la ciudad, pues no puede cazar, ni tan solo plantar una tienda. Se indigna al ver que en la ciudad se vende el agua, no entiende cómo el agua, que corre a raudales por el río, puede ser mercantilizada. Su equilibrio interior se quiebra cuando se aleja de su estimada taiga. La comodidad de la sociedad urbana no le convence en absoluto y se ve abrumado por un estilo de vida desnaturalizado y aislado del bosque al que pertenece. Por eso decide abandonar la ciudad y regresar a su bosque, donde al cabo de muy poco tiempo se le encuentra muerto por una bala. Lo entierran in situ, bajo la nieve. Se borran las huellas de Dersu, sólo queda su bastón bifurcado de madera (báculo), que el capitán erige en su tumba como un ritual de homenaje. Sin embargo, la bondad y la espiritualidad del viejo cazador deja un rastro indeleble en el corazón del capitán.
El hombre moderno, que vive atropellado por billones de estímulos desnaturalizados, eso sí última tecnología, puede aprovechar esta película para reflexionar sobre el precio que pagamos por el yugo de la comodidad.
Curiosidades...
Akira Kurosawa (1910-1998) creó una modalidad de cine sui generis a caballo entre el género tradicional japonés y el arte occidental. Muchas de sus películas fueron adaptadas, entre ellas La fortaleza escondida convertida en la mítica Star Wars. La Guerra de las Galaxias (1977). El polifacético Akira, diplomado en Bellas Artes, tenía una vertiente muy humana. Por poner un ejemplo, durante el rodaje de la película desapareció dos días para pintar un gran cuadro de 1m2 que regaló a Yuri Solomin (actor que encarna al personaje del capitán Arseniev) el día de su cumpleaños. Era el dibujo de una enorme cabeza de tigre, el tercer personaje principal de la película.
Justo antes de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, Akira Kurosawa ya quiso filmar la película, y de hecho lo intentó, pero se dio cuenta de que sólo podía ser rodada en el lugar donde pasa la acción, es decir en la región de Primorie. Tendrían que pasar casi tres décadas, hasta 1974, para hacerlo realidad. Reconocida mundialmente, en 1975 ganó el Gran Premio del Festival Internacional Cinematográfico de Moscú y el Óscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa.
Vladimir Arseniev (1872-1930) en vida no permitió que ninguno de sus descubrimientos geográficos llevara su nombre. Después de su muerte, sin embargo, dio nombre a una ciudad (Arséniev), en cuya más alta colina erigieron un monumento en honor al propio Vladimir Arseniev. Detrás de la escultura que representa a Arseniev, en una roca enorme fue esculpido el rostro de Dersu Uzala a tamaño gigantesco, dando la sensación de emerger de la taiga.
Recursos:
Documental medioambiental
Jacques-Yves Cousteau (1910-1997)
En el ámbito del destaca la figura del comandante Jacques-Yves Cousteau, que ha hecho que millones de personas descubrieran el mundo del fondo del mar a a través de sus películas y libros.
La aportación de Custeau a la defensa de la naturaleza ha sido extraordinaria, inventó los primeros equipos de buceo autónomos, o un pequeño submarino, el Calypso, que fueron claves para las exploraciones submarinas y para conocer el daño que en las profundidades del mar estaba haciendo la especie humana.
Pero en este contexto cabe destacar, especialmente, la labor llevada a cabo en favor de la defensa del medio ambiente por parte de la figura de Félix Rodríguez de la Fuente y la revista National Geographic.
National Geographic
La aportación de Custeau a la defensa de la naturaleza ha sido extraordinaria, inventó los primeros equipos de buceo autónomos, o un pequeño submarino, el Calypso, que fueron claves para las exploraciones submarinas y para conocer el daño que en las profundidades del mar estaba haciendo la especie humana.
Pero en este contexto cabe destacar, especialmente, la labor llevada a cabo en favor de la defensa del medio ambiente por parte de la figura de Félix Rodríguez de la Fuente y la revista National Geographic.
National Geographic
National Geographic Magazine, posteriormente abreviada como National Geographic, es una entidad sin ánimo de lucro que funciona como el órgano de expresión oficial de la National Geographic Society de Estados Unidos. Su primera edición data de octubre de 1888.
Es una de las organizaciones internacionales más grandes del mundo sobre educación y ciencia.
Inicialmente tenía el objetivo de avanzar hacia el conocimiento de la geografía y del mundo para el público en general, pero actualmente sus intereses incluyen la geografía, la arqueología, las ciencias naturales, el estudio de las culturas del mundo, la historia y la promoción de la conservación del medio ambiente y del patrimonio histórico.
Con este objetivo, concede becas de exploración y publica mensualmente una revista, National Geographic. Fue fundada en Estados Unidos el 27 de enero de 1888 por 33 hombres interesados en “organizar una sociedad para el incremento y la difusión del conocimiento geográfico”.
Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980)
Fue un divulgador ambientalista español, defensor de la naturaleza, y realizador de documentales para radio y televisión, destacando entre ellos la exitosa e influyente serie El hombre y la Tierra (1974-1980).
Su saber abarcó campos como la cetrería y la etología, destacando en el estudio y convivencia con lobos.
Licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid y autodidacta en biología, fue un personaje polifacético de gran carisma cuya influencia ha perdurado a pesar del paso de los años. Su saber abarcó campos como la cetrería y la etología, destacando en el estudio y convivencia con lobos.
Contribuyó, durante los años 80, a la concienciación ecológica de España en una época en la que el país todavía no contaba con un movimiento de defensa de la naturaleza. Su repercusión no fue solo a nivel nacional sino también internacional y se calcula que sus series de televisión, emitidas en numerosos países y plenamente vigentes hoy en día, han sido vistas por varios cientos de millones de personas.
Murió en Alaska, Estados Unidos, junto con dos colaboradores y el piloto al accidentarse la aeronave que los transportaba mientras realizaban una filmación aérea para uno de sus documentales.
Toda una generación aprendió a amar la naturaleza y a los animales gracias a él, a sus comentarios vehementes en aquel programa llamado El hombre y la tierra, uno de los pioneros en esto de los documentales de animales en nuestro país. Una personalidad controvertida y querida, una vida llena de aventuras entregada a la divulgación del mundo natural y sobre todo animal.