Alexander McQueen (1969-2010) Diseñador inglés. Conocido por trabajar como diseñador jefe en Givenchy desde 1996 a 2001, después para Gucci y por fundar su propio sello, Alexander McQueen. Forma parte de los diseñadores-estrellas.
A los dieciséis años entró a trabajar como aprendiz en una de las sastrerías más importantes de Savile Row, Anderson & Sheppard. Después de más de dos años trabajando allí y tras pasar por varios talleres, Lee Alexander viajó a Milánpara ponerse a las órdenes, durante un breve periodo de tiempo, del diseñador Romeo Gili, una temporada que el propio McQueen calificó de “brillante”.
De vuelta en Londres, se matriculó en un postgrado de moda en la prestigiosa Central Saint Martins del que se graduaría en 1992 con una colección basada en la figura de Jack El Destripador. Aquella colección se presentó en un pequeño teatro por Kensington Olympia y entre el público asistente se encontraba Isabella Blow, en aquel momento editora de Vogue UK. Isabella será, junto a su madre, una de las mujeres más importantes en la vida del diseñador. Fue ella la que, tras ver el desfile y quedar arrebatada, se decidió a comprar la colección íntegra, lo que supuso el espaldarazo definitivo para la carrera del modisto británico que se decidió, poco tiempo después, a lanzar su propia marca.
Su primera colección postgraduación llevaba por nombre de Taxi Driver y correspondía al otoño-invierno 1993-1994. Sin embargo, no fue hasta su quinta colección, Highland Rape, cuando comenzó a perseguirle la polémica –y con ella la atención de la prensa–, una polémica que le ha acompañado hasta sus últimos desfiles.
A mediados de los años noventa, con el britpop y el arte británico -gracias a los Young British Artists-, en pleno apogeo, McQueen ofrecía una revolución parecida desde el mundo de la moda. Durante un tiempo el diseñador se mostró reacio a aparecer en prensa, su identidad era enigmática y su vida social muy reducida. Sin embargo, su nombre seguía sonando con fuerza y en 1996 es nombrado director creativo de Givenchy. Sucedía entonces a John Galliano -que pasaba a Dior, al frente de la marca propiedad de la todopoderosa LVMH.
Durante los cuatro años y medio siguientes, McQueen diseñará dos colecciones anuales de Alta Costura y dos de prêt-à-porter para la maison, sin embargo, y pese a la brillantez de sus diseños, su corazón estaba depositado en su propia marca. En diciembre del año 2000, McQueen vende el 51 por ciento de su negocio al grupo Gucci y decide dejar Givenchy para centrarse en el desarrollo de su propia etiqueta. En el verano de ese mismo año, Lee Alexander se casa con su pareja, George Forsyth, en Ibiza. Al enlace, celebrado en la más estricta intimidad, acudió la top model Kate Moss, otra de sus grandes musas/amigas.
Sin embargo, en mayo de 2007 Isabella Blow, su gran amiga y mentora, se quita la vida en su apartamento londinense. Alexander declina hacer declaraciones al respecto pero le homenajea de la mejor manera que conoce, con una colección. El show de primavera/verano 2008 lleva por título La Dame Bleue y está dedicado a ella. Será otra muerte la que desencadenará, con toda probabilidad, la suya propia. El 2 de febrero del 2010, muere Joyce McQueen, la madre de Alexander. Una semana después, el 11 de febrero, a los 40 años, el británico decide quitarse la vida.
Sus mejores aportaciones quedan recogidas en la exposición Savage Beauty. El genio atormentado, trasciende las barreras de las prendas, para alcanzar la categoría de arte. Sus creaciones, oscuras y en ocasiones perturbadoras con desfiles teatrales y dramáticos, nos trasladaban hasta aquellos rincones de la mente donde a veces no nos atrevemos a mirar.
Sus logros en la moda le valieron cuatro premios de la Moda Británica. así como el premio al Diseñador Internacional del Año del CFDA en 2003.
El estilo de McQueen se caracterizaba por su carácter rompedor, cortes angulares, agresivos, atemporales, inspiración del mundo gótico, los cuentos de los Hermanos Grimm. Fue uno de los padres y diseñadores más influyentes de la llamada moda salvaje, maestro del corte y de la aguja. Por muy oscuros que fuesen sus diseños, siempre poseían una feminidad por la que se dejaron seducir desde Björk hasta la actual Duquesa de Westminster. Hizo pret-à-porter para hombres y mujeres. Desfiló por las principales pasaralelas y cuenta con tiendas en las principales ciudades del mundo. Trabajó para Bernard Arnault, dueño de LVMH, como director creativo de la mítica marca Givenchy. Pero las relaciones entre ambos se deterioraron y decidió aliarse con Gucci, el grupo enemigo de LVMH, para relanzar su propia marca.
‘Savage Beauty’ resume lo dos polos opuestos que confluían en el trabajo del diseñador británico: de un lado, la vida y de otro, la muerte, pero también luz y oscuridad, depredador y presa, u hombre y máquina. Sus diseños icónicas constituyen un verdadero trabajó artístico cuyo medio de expresión era la moda.
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