Antonio López, 1936
Pintor de Madrid
Escultura
Nació en Tomelloso (Ciudad Real), en 1936. Se forma en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, entre 1950 y 1955 donde coincidió con diversos artistas como Enrique Gran, Amalia Avia, y Lucio Muñoz, Francisco López, Julio López con los que conformó lo que se ha venido a llamar Escuela madrileña.
Estuvo becado en Italia donde conoció a los artistas Renacentistas.
En 1957 celebró su primera exposición en el Ateneo de Madrid. Se casa con la artista María Moreno, un pilar fundamental en su vida.
Fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
En 1990 el director de cine Víctor Erice filmó El sol del membrillo, filme en el que se recoge el proceso creativo del artista mientras pinta un membrillero del patio de su casa.
En 1993 fue elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ha recibido varios premios como Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1985), Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (2000), Premio Velázquez de las Artes Plásticas (2006).
Características de su pintura
- En los años 50 su obra da un vuelco radical orientándose hacia la precisión realista. Se distancia del hiperrealismo norteamericano mediante la utilización de técnicas y métodos tradicionales y un lirismo intimista.
- Temática. Abarca desde vistas madrileñas, retratos de la familia, objetos de uso cotidiano o elementos de la naturaleza.
- Utiliza una técnica basada en un proceso largo y minuciosamente elaborado. No hay rastro de pincelada.
- La temporalidad y el deterioro de lo material (vestimenta, objetos domésticos, fotos…) son notas que definen su estilo.
- Son cuadros de grandes dimensiones.
- La luz poética,el realismo mágico, intimista, etc. son rasgos distintivos de Antonio López y de la Escuela de Madrid.
- “Desde el 60, pinto directamente del natural, y tengo la sensación de que nunca acabo los cuadros. Trabajo a partir del tema, añadiendo cosas, tratando de profundizar en él, pero el motivo tiene tal grandeza, es tan amplio y cambiante que nunca tengo la sensación de haber llegado hasta el final.” La explicación está en la emoción desde la que nace la obra, y en su relación con el motivo, que explica como un “diálogo con el natural”.
- La realidad vista desde un lado cálido, emotivo, no como una imagen fría que se debe reproducir.
- Lleva a cabo un minucioso estudio de la forma, de los detalles y una clara intención de plasmar la realidad de la manera más fiel posible.
- Temática: panorámicas de Madrid, interiores, objetos domésticos, naturalezas muertas, la figura humana (la familia), flores en la etapa más reciente.
Está considerado como el pintor que mejor ha reflejado la imagen de la ciudad de Madrid y su periferia, sirviéndonos como un inusitado documento histórico de la transformación de la ciudad.La Gran Vía ha sido quizás el lugar que más le ha fascinado de la ciudad. Se pueden encontrar los lugares exactos desde donde ha pintado esas vistas que han cambiado nuestra propia percepción de esa calle que rompe el centro histórico de la capital para adentrarla en el siglo XX.
Gran Vía. óleo sobre tabla, 90,5 x 93,5 cm |
Cronología: 1974-1981
Género : Paisaje
Técnica: óleo sobre tabla
Formato: 93,5 x 90,5 cm
Localización actual: Colección privada
El tema representa un paisaje urbano con gran detallismo de la calle Gran Vía. El pintor elige una hora temprana del verano, como marca el reloj las 6,30. Después de pintar guardaba el cuadro en una entidad bancaria ubicada en dicha vía y reanudaba el trabajo al día siguiente.
Muestra esta vía madrileña con una perspectiva que se inicia desde la calle Alcalá hasta perderse de nuestra vista casi en Callao. La ausencia de peatones y de vehículos CONCEDE EL PROTAGONISMO A LA PROPIA CALLE.
La composición es muy minuciosa, tarda 7 años en realizar el cuadro, con gran detallismo como se observa en los templetes del edificio que hace esquina y en cuyo centro figura la hora. Esto encaja en su concepción del arte para el que el proceso pictórico es de tanta importancia como la obra terminada. Según el propio artista, "una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades".
En el cuadro se equilibran los esquemas compositivos: verticales, en edificios, diagonales, horizontales como las cornisas y curvos como en el edificio de la esquina. Dos grandes triángulos contrastan en color y a la vez se armonizan : el de la parte baja de la calle y la parte superior y que se inician cerca del edificio de la Telefónica.
Tiene importancia el dibujo que delimita los contornos de los edificios o las marcas de la circulación.
La luz es de las primeras horas de un día veraniego por su calidez y tonos amarillos e incide en el fondo y en las parte de los edificios orientadas al este dejando al resto de la calle en la ligera claridad de las primeras horas del día.
Los colores varían desde grises, plateados, ocres, amarillos en el fondo y en las zonas altas que empiezan a destacarse según va incidiendo la luz. El cielo es de color marfil para representar el reciente amanecer.
El encuadre es bajo circunstancia que da protagonismo a la vía y a los edificios.
El cuadro tiene efecto de profundidad marcada por el estrechamiento de las líneas de la calle y por el foco de luz amarilla del edificio de la Telefónica que atrae nuestra mirada.
El ritmo se equilibra si por una parte nos lleva hacia el fondo por otra la flecha del sentido de la circulación del primer plano equilibra este movimiento.
Conviene remarcar que es una representación y no una fotografía: no hay circulación, es como un retrato de una calle de la que se ha quitado todo signo de vida ( circulación, transeuntes) representando su esencia, pero en la que muchos nos reconocemos por haber transitado por ella y ser parte de nuestra memoria colectiva.
Escultura
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