Este blog es el cuaderno de trabajo de las asignaturas Dibujo Artístico, Técnicas Grafico Plásticas

martes, 24 de marzo de 2020

Expresionismo abstracto


El expresionismo abstracto es un movimiento que nace en Estados Unidos hacia 1947, fecha en la que la mayor parte de los artistas más importantes de esta corriente se apartan del lenguaje figurativo y crean un nuevo estilo en donde se fusionan abstracción y surrealismo. De éste, toman el automatismo, además de experimentar con nuevas técnicas practican un arte marcadamente individualizado en el que prima la expresión de la personalidad del artista. 
La época de mayor auge de este movimiento coincide con el momento en que el arte americano logra alcanzar su propia identidad y desvincularse de la influencia del arte europeo. La presencia de importantes artistas de las vanguardias europeas en Nueva York tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y en especial la del grupo surrealista en pleno determina e influye de manera decisiva en el nacimiento de esta nueva corriente. 
En el expresionismo abstracto se pueden distinguir dos grandes vías: 
  • La gestual o pintura de acción (action painting)
  • La pintura de superficie-color (color fiel-painting).
En la pintura de acción encontramos artistas como Pollock, de Kooning, Kline, Motherwell, Gorky y Hoffmann. Estos artistas conciben la creación pictórica como un verdadero ritual y utilizan la pintura para dar rienda suelta a sus estados de ánimo. La pintura de superficie-color centra su interés en las diferentes posibilidades de ciertas yuxtaposiciones cromáticas y en la combinación de colores en superficies generalmente de grandes dimensiones. Mark Rothko, Clifford Still y Barnett Newman aparecen vinculados a esta vía.”
Pueden señalarse como características formales de este estilo.
  • Preferencia por los grandes formatos. Trabajaban normalmente con óleo sobre lienzo.
  • Generalmente son abstractos en el sentido de que eliminan la figuración. No obstante, hay excepciones y algunos emplean trazos figurativos, apareciendo figuras reconocibles, como ocurre con las Mujeres de Willem de Kooning.
  • El espacio pictórico se trata con frontalidad y no hay jerarquía entre las distintas partes de la tela.
  • El cromatismo suele ser muy limitado: blanco y negro, así como los colores primarios: magenta, amarillo y cian.
  • Algunos pintores expresionistas que redujeron la obra a prácticamente un solo color, estaban ya anticipando el arte minimal.
  • Este tipo de cuadros, con violentos trazos de color en grandes formatos, presenta como rasgos distintivos la angustia y el conflicto.
La figura más representante de esta corriente artística es Jackson Pollock.

Jackson Pollock 

Estados Unidos, 1912–1956

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Hizo del action painting una manera de expresión libre, rompiendo con el típico arte de usar lápiz, de usar sólo el pincel para retocar y pintar de forma perfecta. Él nos hace ver por medio de sus obras esa libertad de expresar esa emoción de caos, de desorden, de una mezcla de muchas inquietudes.
Jackson Pollock nació el 28 de enero de 1912, en el estado de Wyoming y estudió en la Art Students League de Nueva York junto a Thomas Hart Bent.
En sus primeros años de creación resaltaba el estilo naturalista y la representación de típicas escenas estadounidenses de forma realista.

En 1936 vive su primer experimento pictórico en el taller del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros en Nueva York, donde aprende a usar la bomba de aire y el aerógrafo como herramientas, así como pigmentos sintéticos industriales.
Influido por el surrealismo, el artista adopta un estilo más libre y abstracto y en 1943 logra exponer su primera muestra en la galería Art of this Century de la Gran Manzana.
A partir de 1947 la obra de Pollock evoluciona hacia el expresionismo abstracto, desarrollando la técnica de la action-painting o dripping, consistente en derramar, dejar gotear o lanzar pintura sobre enormes lienzos sin tensar en el piso.
Para 1949 el trabajo de Pollock está en su máximo apogeo e incluso cuenta con el mecenazgo de Peggy Guggenheim. Por aquellos años Peggy ayudaba al gobierno norteamericano a posicionar a Nueva York como el nuevo centro artístico del mundo, destronando a París. Para cumplir con ese plan, los Estados Unidos necesitaba de artistas novedosos y Pollock les vino como anillo al dedo.
El artista decide entonces numerar sus obras en vez de ponerles un título descriptivo.
Un año después Pollock transforma su estilo una vez más, al retomar la figuración en blanco y negro dentro de un estilo muy virtuosista.
El pintor perdió la vida el 11 de agosto de 1956 en un grave accidente automovilístico en Springs, Nueva York.
Dripping
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Pollock en su estudio. Técnica actio-painting  por Joe Fig
Dentro de la corriente de Action Painting, Pollock utilizará la técnica del Dripping, salpicando de forma espontánea y energética la pintura encima de un lienzo.
El artista ponía el lienzo sobre el que iba a pintar –una tela grande, de unos dos, tres o cuatro metros de largo– sobre el piso; y después iba caminando y saltando a su alrededor, tirando pintura como quien tira chorreaduras o manguerazos, usando para eso pinceles y latas agujereadas. Las pintaba desde sus cuatros costados, a las obras, Pollock; por eso ellas no tenían ni derecho ni revés hasta el final. Y el estado en el que él realizaba esos trabajos era de mucha concentración, como de trance fluido, porque durante el proceso el pintor tenía que liberarse, soltar. “Cuando estás trabajando y dejas de lado tu inconsciente”, decía Pollock, “emergen figuras limitadas”. Para salirse de esa limitación, el pintor tenía que chorrear la tela como si el propio inconsciente estuviera fuera de su cuerpo.
Esta forma de pintar se realiza mediante un movimiento semiautomático que sólo está regido por el azar y así, se convierte el espacio en acción. Las reglas y normas de estética que normalmente se deben seguir para realizar una obra se han dejado de lado esto permite la creación cien por ciento propia, por lo tanto, esto es una oposición al artista intelectual porque, no representa ni expresa ninguna realidad. Esta corriente permite la libre expresión del artista como por ejemplo la tensión.
Nada de perspectiva, de figuración académica ni de escalas cromáticas. Muy por el contrario, en sus obras todo es casualidad, destino, aparente caos y una estructura de pensamiento super-compleja. “Mis pinturas son formas de llegar a una declaración”, decía.
“Los colores que emplea son los que fabrica la industria, esmaltes sintéticos, pinturas metalizadas... Pollock los utiliza como materia viva que fluye en forma de pequeños hilos, regueros, manchas y gotas coaguladas, rompiéndose en mil salpicaduras…. Utilizando un bote agujereado donde se vierte la pintura, o un simple palo goteando, no se sitúa ante la tela, sino que dispuesta en el suelo, gira entorno a ella, se excita con los colores y traslada a sus movimientos con la materia esa excitación hasta que la pintura le impone su ritmo, transformando los sentimientos del artista en acción visible mas allá de los limites del soporte.
Además el Action Paiting se caracteriza por tener una ausencia de toda relación con lo objetivo. Un rechazo de todo convencionalismo estético. Una expresión libre y subjetiva del inconsciente. También por tener una ejecución totalmente espontánea. Tiene una valoración de lo accidental y explotación del azar como recurso operativo. Una intensidad de propósito: lo que importa es el proceso o acto de pintar más que el contenido. Un predominio del trazo gestual en expresiones de gran virulencia y dinamismo. Y por último el empleo de manchas y líneas con ritmo.

  • Rompió las convenciones pictóricas al pintar sus grandes lienzos (2, 3 ó 4 metros) en el suelo para que su pintura gestual fuera más sencilla y le permitiera moverse libremente, trasladando lo vertical del cuadro a lo horizontal del suelo. 
  • El dripping painting o chorreado era la técnica que este artista empleaba para pintar. En ella, el tipo ponía el lienzo sobre el que iba a pintar sobre el piso; y después iba caminando y saltando a su alrededor, tirando pintura como quien tira chorreaduras o manguerazos, usando para eso pinceles (utilizaba palos o pinceles endurecidos para hacer que la pintura chorreara sobre ellos) y latas agujereadas. Con esto el artista se preocupaba no por representar objetos o ideas, sino por el movimiento que el creaba sobre el lienzo, lo que le daba un elemento de gestualidad y de corporeidad a su pintura. 
  • Este involucrar el cuerpo dentro de la pintura se le llamó action painting o pintura de acción, un tipo de pintura que se realiza en el momento y que se funde con el performance al utilizar el cuerpo y al lienzo como soporte, y sobre todo por la inmediatez de la acción. 
  • Utilizó el esmalte sintético. 
  • Aunque pareciera que Pollock hacía todo al azar, realmente era muy consciente de los balances de color, las cantidades de chorreado en cada sección del cuadro y la composiciones de este, por lo que este artista sí cuidaba los detalles de sus pinturas. Incluso llegaba a utilizar jeringas para dar otros efectos a sus composiciones. 
  • Nada de perspectiva, de figuración académica ni de escalas cromáticas. Todo parece dejarlo a un aparente caos.
  • Pintaba con gran tensión para que fluyera el inconsciente.
OBRAS:
Mural
Mural, 1943. Óleo y caseína sobre lienzo. 243,21 x 603,25 cm
Mural fue un encargo personal de la coleccionista y mecenas de arte Peggy Guggenheim, que había fichado a Pollock. Corre la leyenda que lo pintó en una noche. Aquí comenzó el expresionismo abstracto y accion painting.
Mural resume las influencias artísticas que habían empapado a Pollock desde sus inicios: el interés por los grandes muralistas mexicanos, como David A. Siqueiros, José C. Orozco y Diego Rivera, al que tuvo la oportunidad de ver pintar el mural para el Rockefeller Center de Nueva York; y también la honda impresión que le causó el Guernica, que pudo contemplar en 1939, primero en la galería Valentine y luego en la retrospectiva del MOMA sobre Picasso, también admiraba a Miró y El Greco.
Ritmo de otoño



Una de las pinturas más características del periodo de goteo de Pollock.
En torno a 1950 Jackson Pollock estaba en uno de sus mejores momentos creativos y de éxito de crítica. En esa época se encerraba en su estudio y, cigarrillo tras cigarrillo, dejaba caer la pintura en el lienzo, salpicándolo todo en trance, y escuchando su música preferida: bebop.
En ese periodo experimental el artista creó cuadros como este, donde vemos una pintura caótica en negro, blanco y marrón, que carece de un punto focal, lo que hace que cada parte sea igualmente significativa.
Más o menos como la música de uno de los máximos representantes del movimiento jazzistico que le gustaba a Pollock: el músico Charlie Parker, que con su saxofón también hacía gotear notas musicales a chorretones, improvisando delirantes e hipnóticas melodías y ritmos.
Lee Krasner, la esposa de Pollock afirmó que su marido nunca tuvo aptitudes para la música pero tenía una enorme colección de vinilos de jazz, entre los que destacaban los de Parker.
Con su bebpop, Charlie “Bird” Parker hizo avanzar de manera estratosférica el jazz, dejando muy atrás lo que se había hecho hasta entonces, ya que las grandes orquestas estaban de capa caída por la dificultad de mantener tantos músicos tras la guerra. Con la libertad que daba estar en pequeños conjuntos y una actitud totalmente radical, Bird tocaba a un ritmo furioso y llenaba sus solos con tantas ideas armónicas y melódicas de las que era capaz.
Podemos apostar que Pollock pintó su Ritmo de otoño (título evidentemente musical que se iba a llamar en un principio Number 30) con algún fragmento de la música de otro planeta de Parker sonando a todo volumen.
Además no es para nada descabellado relacionar a estos dos artistas. Ambos muertos jóvenes (el pintor a los 44, el músico a los 34), ambos adictos al alcohol y la heroína respectivamente (y muchos que opinan que eso influyó positivamente en sus obras), ambos innovadores indiscutibles en sus respectivas disciplinas siempre desde el estudio pormenorizado de los clásicos y también de sus contemporáneos.

Eco nº 5. Jackson Pollock. Expresionismo Abstracto. 1948


Willem de Kooning

Rotterdam, 1904-Nueva York, 1997



Representante del expresionismo abstracto americano, Willem de Kooning trascendió con su pintura gestual los límites entre abstracción y figuración, lo que le convirtió en una influyente figura del arte de la segunda mitad del siglo XX. Se formó en la Academie van Beeldende Kunsten de Rotterdam, su ciudad natal, trabajó en una empresa de decoración y publicidad y viajó por los Países Bajos y Bélgica antes de llegar a Estados Unidos, como polizón, en 1926. En 1927 se instaló en Nueva York y pronto conoció a John Graham, Stuart Davis y Arshile Gorky. En 1936 la Works Progress Administration le contrató en su división de pintura y fue sólo entonces cuando pudo dedicarse en exclusiva a pintar.


De los bodegones abstractos y la representación de figuras masculinas, a partir de 1938, fecha en que conoció a su futura esposa, la pintora Elaine Fried, pasó a representar a la mujer como tema fundamental de su obra. 
Estas figuras femeninas permiten ver la progresiva evolución de la obra De Kooning que, desde finales de la década de 1930, se había vuelto más biomórfica influida por la obra de Miró, Arp y Picasso. 
Esas primeras mujeres estaban formadas de planos irregulares cada vez más fragmentados, mientras que el fondo que las circundaba era geométrico. El carácter inacabado de estas obras y su fuerte grafismo nos hablan de la influencia que el surrealismo tenía en este momento en De Kooning. 

Su estilo, tanto el abstracto como el figurativo (por el que fue muy criticado por sus colegas), fue construído mediante gestos pictóricos valientes, a veces directamente agresivos. Y pese a lo que pueda parecer, su obra no es para nada precipitada. De Kooning se pasaba meses con alguno de sus cuadros, muchos de los cuales quedaban inacabados.
Durante la década de 1940 participó en numerosas exposiciones colectivas con otros artistas de la Escuela de Nueva York y en 1948 la Egan Gallery celebró la primera muestra individual de su obra. A comienzos de la década de 1950 comenzó otra serie de mujeres de grandes dimensiones que causaron un gran revuelo al ser expuestas en la Sydney Janis Gallery en 1953: por un lado se las consideraba perversas y sexistas y por otro se criticaba la tendencia figurativa que De Kooning nunca llegó a abandonar. Poco a poco, a partir de 1955, las mujeres de sus obras se fueron fundiendo con el paisaje que las rodeaba hasta llegar a la serie de Paisajes urbanos abstractos. 

Mujer y bicicleta, Willem de Kooning

(1953)
Woman I


MARK ROTHKO

Estados Unidos, 1903–1970


Fue junto a Pollock el máximo representante de la abstracción americana. Con su pintura quiso conseguir una ambiciosa utopía: expresar las más básicas emociones universales. Y para muchos lo consiguió.
Markus Rothkovitz nació en Rusia. De familia evidentemente judía, emigró a Oregón en 1910, probablemente huyendo del antisemitismo por el que tantos cerebros escaparon.
Estudió arte en los años 20, pero se consideraba un autodidacta. Cultivó antes de la Segunda Gran Guerra la figuración expresionista y se empapó del espíritu de las vanguardias que veía en las exposiciones organizadas por el MoMA.


Sus contemporáneos como Willem de Kooning o Jackson Pollock desarrollaron el Expresionismo Abstracto a partir de su particular action painting. Sin embargo, Mark Rothko lo hizo a través de sus campos de color, como él mismo los llamaba. Se trata de sensaciones cromáticas con los que pretendía generar una luz interna en el cuadro, un efecto que él admiraba en pintores antiguos como el barroco Rembrandt o el romántico Turner.
Los cuadros de Rothko no hablan al intelecto, sino a los sentimientos. Su finalidad es provocar sensaciones en el espectador. Sus obras más conocidas, pintadas sobre lienzos enormes, están formadas por bloques de color rectangulares que parecen flotar sobre un fondo liso. Esta técnica recibió el nombre de color field painting (pintura de campos de color). Los contornos de Rothko suelen estar difuminados, para permitir que nuestra vista pueda desplazarse suavemente, sin rupturas ópticas, de un color a otro.
De entre todos los colores, Rothko sentía pasión por el rojo y su cientos de tonalidades. El rojo tiene una relación dramática con el fuego, la sangre, algo que lo vincula con rituales de vida y muerte. Y es que este pintor fue sobre todo un místico.
A partir de ahí, Mark Rothko se convertiría en una institución del arte americano. Protegido de Peggy Guggenheim, sus éxitos serán notables. Pero a finales de los 60, en medio de una crisis depresiva, y tras pintar su serie de obras con acrílico negro, se acabaría suicidando.


 
Mark Rothko, Naranja y amarillo (1956), Albright-Knox Art Gallery, Buffalo. 

Mark RothkoNº 14 (1961), San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA)
Mark RothkoSin título (verde sobre morado) (1961), Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Mark RothkoSin título (1953), National Gallery of Art, Washington

Mark RothkoCentro blanco (1950), colección particular

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